Las facultades del hombre, un tema que permite desplegar el conocimiento e ideología de una mente brillante como lo fue Yogi Bhajan. ¿Qué es un hombre?, ¿Cuál es su papel ante su pareja, ante la mujer? Estas y más preguntas me las hacía constantemente al intentar tener una relación estable que me hiciera crecer más allá de mi imaginación. Gracias a Dios, esa búsqueda, ese deseo, esa intención, me llevó a tener mi actual pareja que lo primero que hizo fue regalarme un libro de Yogi Bhajan.
Dentro de ese magnífico libro encontré respuestas lúcidas y claras que me hacían mucho sentido conforme a lo que ya sabía sobre los hombres y las mujeres. Definitivamente Yogi Bhajan era un gran maestro con conocimientos muy bien fundamentados, todo lo que dijo no lo inventó él, sino que lo transmitió perfectamente como el mensajero que fue.
Cuando comprendí que ayudar a otros hombres a responder estas preguntas, o simplemente compartir las respuestas que había encontrado, me ayudaría a mí mismo a completar la comprensión de lo aprendido.
Por tal motivo, y por ser el mes del día del padre, a falta de un día del del hombre, les comparto esta maravillosa conferencia y un trío de kriyas para triunfar como hombres.
Aquí pueden encontrar el libro en formato kindle, aquí en Ikyta, y aquí en electrónico.
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Del libro: Yogi Bhajan. Hombre a Hombre (Spanish Edition). Kundalini Research Institute. Edición de Kindle.
Triunfa como Hombre
Circa 1987
¿Qué es un hombre? El hombre es experiencia viviente, puede enfrentarse a todas las tentaciones y resucitarse a sí mismo… Es una semilla eterna; vive para sembrar. Sus facultades, su calidad, su generalidad, su temperamento, sus logros, no son mortales.
1. Las Facultades del Hombre
¿Crees que eres un hombre o no? Esa es la pregunta. ¿Puedes ser cuestionado por todo el mundo y siempre tener una respuesta? ¿Y, es esa respuesta: “Soy un hombre del Infinito”?
Los kriyas que vas a experimentar son lo más maravilloso que pude haber hecho en la vida; no hay nada que pedirles, ellos limpiarán el sistema del suero del cuerpo. Te darán una experiencia absolutamente libre de estrés. En ocasiones reflexiono acerca de que mi cuerpo, y lo que ustedes en inglés llaman muerte, y yo llamo permiso para volver a casa, me está haciendo cerrar la tienda lentamente; pero al mismo tiempo se está abriendo una nueva era y la tecnología existe para enseñarles a través del tubo, la televisión. Irás realizando los ejercicios y estas meditaciones y, como Dios es tu testigo, al realizarlos sentirás mucha felicidad. Mi convencimiento es
que no importa lo fuerte o virtuoso que sea un hombre, llega un momento en la vida en la que deberás enfrentar un cambio en ti mismo; y no tenemos la fuerza suficiente para hacernos cargo de nuestro propio cambio. El hombre es una máquina maravillosa, un sembrador, tiene la facultad de implantar el futuro de su propio ser; esa es la facultad sembradora de Dios. El hombre nunca ha valorado esta virtud, ha valorado siempre la parafernalia y sus victorias y su naturaleza conquistadora y sus territorios y sus posesiones, pero nunca ha valorado sus principios.
¿Qué es un hombre? El hombre es experiencia viviente, que puede enfrentar todas las tentaciones y resucitarse a sí mismo. Sucumbir no es ser hombre, escapar no es ser hombre. El hombre es una fuente inagotable de coraje que no tiene fin en sí misma. Es una semilla eterna; vive para sembrar. Sus facultades, su calidad, su generalidad, su temperamento, sus logros, no son mortales.
Compartiré la historia de un hombre llamado Nanak, quien es ahora tan poderoso y tan joven como fue entonces. Cuando vivió en su cuerpo, fue para ser cuestionado. Hoy, no hay cuestionamientos. Cada uno de ustedes tiene la facultad de vivir más allá de los cuestionamientos; pero pueden comenzar hoy mismo, ahora que el mañana no te cuestionará. Los hombres son cuestionados, desafiados y probados a lo largo de la vida. ¿Crees o no que eres un hombre? Esa es la pregunta. ¿Puedes ser cuestionado por todo el mundo y tener una respuesta? ¿Y, es tu respuesta: “Soy un hombre del Infinito”? Si no quieres llamarte un hombre de Dios, entonces puedes llamarte un hombre del Infinito, para que tu amor sea con el Infinito y nada más.
Tú inspiras a la gente a amar, como un gran barco lleva la carga sobre su casco y la conduce a destino, pero no se apega a esa carga. Conducir a las personas a su destino es el destino del hombre; es la dignidad del hombre; es la divinidad del hombre. El hombre no es lo que tú piensas que es un hombre: un hombre es una institución de gracia, no reacción. Cuando reacciones como hombre, no importa cuál sea la tentación ni cuánta sea la presión, recuerda esto: no estás siendo un hombre. La diferencia entre el hombre y el animal es muy pequeña, es tan fina la línea que los divide que no lo creerías. Si reaccionas o provocas reacción o pides una reacción o
causas reacción, no estás siendo un hombre. El hombre nunca reacciona a los ambientes, circunstancias y presiones. El hombre acepta el desafío y hace su propio camino. Me cuesta creer que entiendan lo que estoy diciéndoles, porque lo que estoy diciendo es que las personas lucen como hombres, incluso tratan de actuar como hombres, y creen y sienten que son hombres, pero la realidad es que no lo son. Tómalo como un acto de fe. Esto no quiere decir que no sean reales.
Esta primera facultad de un hombre es que no debe reaccionar frente a todas las provocaciones del Universo, y no debe reaccionar a ninguna de las tentaciones del Ser universal, incluyendo a Dios. Pueden llamarme ateo, pero no será verdad; porque Dios, a través de Su naturaleza, también hace reaccionar al hombre. Es por eso que nunca sabes dónde serás puesto a prueba. Piensas que el oro es sólo brillo; cada tentación tiene un brillo intenso que puede dejarte ciego, pero eso no quiere decir que sea oro. La plata y el platino son muy diferentes pero la única forma de notar la diferencia entre ellos es por el peso y la gravedad, sino se ven muy parecidos. El zirconium, un diamante hecho por el hombre, tiene todas las propiedades de los diamantes, es sólo que la naturaleza tiene leyes propias de refracción y el hombre no puede reproducirlas. Además, debes estar advertido, porque un zirconium
de $ 10 es en ocasiones más claro, mejor que un diamante; pero no tiene las irregularidades, los reflejos, que tiene el diamante natural. Aún en solidez puede comprobarse que es como un diamante, es de hecho idéntico a un diamante. De modo que, el hombre puede ser un hombre. Hombre con éste hombre, aquél hombre, Dios hombre, hombre presidente, hombre noble, hombre sagrado, puedes llamarlo como quieras, no tengo objeción. El hombre es sólo un hombre cuando puede experimentar todo lo que ocurre y no reacciona ni atrae. ¿Qué hace entonces? Acepta el desafío. Aceptar el desafío de lo bueno y lo malo es el primer acto para ser un hombre.
Aceptar el desafío es el primer acto del hombre y convertir cualquier adversidad en prosperidad es el segundo desafío que acepta el hombre. Nutrir y cuidar es el tercer desafío del hombre. La gentileza y la compasión son el cuarto desafío del hombre. Ser noble y honorable es el quinto desafío del hombre. Estos son los cinco desafíos que debe aceptar todo hombre en su vida cuando quiera que se le presenten. De lo contrario, puedes llamarte a ti mismo un hombre, pero no lo eres. Para eso, es necesario que tengas carácter, instinto, intuición, inteligencia y conocimiento. Puedo comprender que la pobreza es una maldición o la riqueza una forma de vida. Lo que te hace rico no es lo que eres, lo que te hace rico es tu riqueza en proporción a tu inteligencia, y tu felicidad en proporción a tu consciencia. Puedes ser inteligente y muy rico, pero muy infeliz, si no eres consciente. Esto es así. Muchas personas sienten que pueden vivir tontamente y luego intentar darle sentido a sus vidas. Todos quieren tomar, nadie quiere dar; así es como en ocasiones lo que tomas es un error. El problema es que todo lo que tomas lo puedes soltar; pero cuando lo que tomas es un error, debes pagar por él. Es por eso que en el hombre no existe lugar para los errores.
Puedes dar muchos giros en tu vida, pero no tienes la chance de dar el giro equivocado. Cualquier giro equivocado cambiará la dirección de tu vida, cualquier cambio de dirección te contaminará siempre, y la contaminación te volverá débil, y ningún hombre débil puede disfrutar de la experiencia de ser un hombre. La impotencia frente a la acción, el desafío, la creatividad y el éxito son una tortura, una muerte lenta para todo hombre. Morir no es difícil para un hombre, sufrir lo es. Todos los hombres sufren por la gloria de sus debilidades; todos los hombres gozan por las glorias de una vida sin sufrimiento.
Debes comprender que, como hombre, puedes limitarte o expandirte a ti mismo. Tu fortaleza básica es la realidad de la religión. La religión no es otra cosa que la ciencia de la realidad, que te brinda la experiencia práctica para entender si te estás metiendo en algo que no te pertenece. Si te pertenece, ¿te acepta? Si te acepta, ¿está contigo? Si está contigo, ¿está dentro de ti? Si está dentro de ti, está alrededor de ti, ha tomado tu carácter y tus facultades al punto que se vuelve tú mismo. Si eso no es posible, vete de allí tan pronto como puedas, de lo contrario no tendrás oportunidad de vivir en paz. Sin armonía, sin paz, sin gracia, y sin dignidad, por favor, no te llames un hombre. La valoración es una virtud. Dios le dio su propio rostro al hombre, es por eso que parece un santo. Con la edad y la madurez nos ponemos grises o platinados, lo que sólo representa nuestra pureza, nuestra piedad y nuestra proyección. Nos da la fortaleza de carácter que le pertenece al hombre por derecho. Pero dentro del hombre hay un yo-yo. Él lucha contra su propio cerebro y pierde, porque no tiene la fuerza; ése es el punto más bajo de este imbécil llamado hombre.
El noventa y seis por ciento de la raza humana, que es el hombre, pertenece a esta categoría. El hombre tiene que liberarse de esa trampa y luchar contra ella, alejarse de ella, espetar sobre ella y tratar de liberarse, intentar vincularse con su propia consciencia superior; a eso se le llama el comienzo del hombre. En ese comienzo, necesitamos fortaleza meditativa. Para alcanzar ese fin, estoy agradecido a Dios y al Guru por poder sentarme y enseñarles por estas dos horas, que pronto enfrentarán y experimentarán, por medio de la realización de los kriyas. Espero que me recuerden al final de ellas y que aprecien lo que, como un hombre humilde, he hecho por ustedes. Son afortunados por haber elegido venir aquí a invertir su tiempo; experimentarán algo que he querido que experimenten. Quería compartir esto con ustedes y yo mismo lo he compartido antes. Sólo comprendan— expansión, expansión y expansión— son tres palabras que hacen al H-O-M-B-R-E: Existe la mañana, existe la tarde y existe la noche. Las tres completan al hombre. Las tres se extienden, se extienden, se extienden hacia la excelencia, la excelencia y la excelencia.
Lo que deseas encontrar en el amor es comer tu propia mierda. Todos los hombres lo hacen, todos los hombres viven en su propio retrete. En Norteamérica no se entiende lo que es un retrete; ustedes creen que es una pequeña silla hecha para reposar. [Los estudiantes ríen.] De modo que debo usar la palabra mierda para que me comprendan. Bueno, pido disculpas por el lenguaje pero debo hablar en inglés americano, me refiero a los mismos desperdicios que salen de su ano. El hombre vive en los desperdicios de su consciencia. Todos los hombres responden al llamado de la naturaleza, o mueve su vientre y eliminan sus desperdicios; recuerden, este es un fenómeno psicológico y un hecho biológico. Es la glándula pituitaria la que te proporciona la firmeza en el pene y el placer de la eyaculación de tu semen. Y es esa misma glándula pituitaria la que controla el sexto sentido; no estoy equivocado. Entonces, el sexo es un sexto sentido. No estoy equivocado. Científicamente, estoy en lo cierto; médicamente esto es verdad.
Pero básicamente recuerden, su excelencia no depende de quienes son, sino de cuánto aman esa excelencia. Cualquier otra cosa que amen es menos que su excelencia, porque la excelencia no tolera ningún amor de segunda. Todos los hombres deben amar su excelencia, y, en consecuencia, enamorarse de su consciencia y subordinar su inteligencia a esa consciencia para superarse, para poder triunfar en la excelencia. No hay ningún secreto. El amor hacia el mundo material y hacia la Tierra— tanto como los amas y durante todo el tiempo que vives— es confinamiento. Vivir en la Tierra y amar a todos los seres, anhelando nuestra morada en los cielos, llamada resurrección, es una excelente sutileza, en la cual pueden brillar radiantemente.
No es tú ni tu corazón los que cuentan, es la apertura de tu corazón, en cuya fragancia vendrán las virtudes. Puedes atraer a una persona, pero si tu corazón se abre y su fragancia florece y se esparce, quien quiera que la toque, la sienta, la perciba, será tuyo. Son los valores y las virtudes de los hombres las que cuentan.
El amanecer de la vida es la mañana de la vida, el resto de la vida es la tarde de la vida, la recuperación es la noche de la vida. Esas tres palabras forman la palabra hombre: mañana, tarde y noche. Existe una relación entre ellas y el hombre. Si tú no te recuperas y floreces como la mañana y descansas y disfrutas del descanso— del descanso mental, espiritual y físico— no puedes ser un hombre.
Fui a España y visite un fuerte y compré un cañón, desafortunadamente mientras negociábamos y decidíamos qué comprar el reloj dio la una. El hombre con quien estábamos hablando tomó una cadena, la puso en un gancho y detuvo la conversación. Yo traté de persuadirlo, aceptando la oferta, pidiéndole que me vendiera el cañón, y ofreciéndole el dinero; pero ni siquiera hablaba. Yo estaba realmente sorprendido, ¿qué había pasado?
Entonces llamé a otro hombre y le pregunté: “¿ Qué ocurre?” Me contestó: “No hablará ahora; es la hora de su siesta; está descansando. No hablará; no importa si lo compra o no lo compra. Regrese a las cinco en punto y él le responderá”.
Fuimos cinco minutos antes de las cinco para ponerlo a prueba; nos miró, sonrió, pero no nos habló. [Los estudiantes se ríen.] Así que esperamos hasta las cinco en punto y a las cinco en punto jaló la pequeña cadena, abrió la puerta y dijo: “Muchas gracias; fue muy amable de vuestra parte esperar tanto tiempo. Realmente quiero venderlo. Les haré un descuento de cinco dólares. Por favor, tómenlo, es suyo”.
Estaba muy sorprendido. Luego de comprarle ese cañón le entregué diez dólares. Le dije: “Esta es una propina por practicar el descanso. Tú me has enseñado algo en la práctica, que nunca pude aprender de los libros”.
Para recordármelo, he puesto el cañón en la oficina central. Siempre que visito esa oficina, recuerdo al hombre que me lo vendió, porque también me vendió una reflexión: hay una relación entre el trabajo y el placer, el trabajo y el descanso. Mi condición de hoy, la razón por la cual no puedo estar con ustedes, es porque no descansé apropiadamente. Si, siendo un yogui y teniendo mucho más (mil veces más) fuerza que un hombre común, rompo esa ley de la naturaleza, si puedo ser arrastrado a esa miseria, también les puede suceder a ustedes. Es por eso que he venido personalmente ante ustedes, para hacerles saber que el descanso es tan importante como el trabajo. El hombre, en una palabra, está constituido por tres cosas: mañana, tarde y noche [Nota del Editor: juego de palabras con man (“ hombre” en inglés) y cada una de sus letras: morning (“ mañana”), afternoon (“ tarde”) y night (“ noche”)]. Como el brillo, la calma y el frío de la noche son la modorra y la calidez de la tarde, y el resplandor y la belleza de la mañana, si estas seis cosas no te tocan, nunca tendrás la experiencia de ser un hombre.
Desearía permanecer más tiempo con ustedes; pero deben comenzar a practicar lo que les he enseñado y yo deberé partir para trabajar con ustedes a la distancia, a través de mi cuerpo sutil. Sat Nam y bendiciones, bendiciones, bendiciones.
Yogi Bhajan. Hombre a Hombre (Spanish Edition). Kundalini Research Institute. Edición de Kindle.